Tan solo una, una pequeña pesadilla, hizo que esa noche, la noche de Pascua, me despertara de sopeton. En la pesadilla salia el alocado Santa Claus al que yo entonces tenia mucho miedo y el famoso conejo de Pascua de America. Santa Claus no tenia Elfos sino niños con los ojos tan verdes como pistachos poco tostados. Esos niños no querian hacer llegar la ilusion y la felicidad a los humanos, sino querian estropearles la Pascua. En mi pesadilla, el conejito, fue secuestrado por ellos en un enorme saco que ponia Cosas Para Desechar. No volvio a aparecer ya que derepente, empeze a llorar mientras dormia y mi madre me desperto con su bonita sonrisa de buenos dias.
Fue mi primer año de colegio y tras lloros y lagrimas desperdiciadas por el colegio, mi profesora, la que debia aliviarnos, solo hacia que empeorara. Un dia de lluvia a las 09.00 me venia a buscar el autobus para llevarme al colegio. Llovia mucho y yo estaba asustada al igual que mi amiga Eidrien asi que no dudamos en levantarnos para pedirle al conductor que tubiera mas precaucion. No nos hizo ni caso y por ese pequeño detalle al que no dio importancia, le costo la vida a 16 niños que iban en mi autobus. Entre la niebla, aparecieron las luces de un coche que no bajo la intensidad de ellas y nuestro conductor no pudo evitar cerrar los ojos, una maniobra brusca y el autobus callo por un pequeño barranco. Los niños que fallecieron no fue por que volcara el autobus o algo, no no, la maniobra hizo que los asientos se desplomaran. En el colegio hubieron 2 semanas de luto por ellos. Entre los 16 fallecidos no habia ningun conocido mio pero de mi amiga Eidrien si, su novio de la infancia. Siendo tan pequeña sufrio mucho por eso y todavia le sigue dando besos a la foto de nuestra orla de la guarderia en la que el salia.
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